Prevenir la enfermedad de Alzheimer de forma natural

Prevenir la enfermedad de Alzheimer

El Alzheimer es el tipo de demencia más frecuente, con un deterioro global, irreversible y progresivo de distintas funciones cognitivas (memoria, atención, concentración, razonamiento, lenguaje).

Este deterioro conduce a cambios en el comportamiento, la personalidad y las habilidades funcionales, lo que hace difícil la realización de las labores cotidianas.

Actualmente unas 800.000 padecen Alzheimer en España. Cada año se diagnostican unos 40.000 nuevos casos de Alzheimer.

Aunque se trate por el momento de una enfermedad sin cura, hay formas de prevenir la enfermedad de Alzheimer o por lo menos , retrasarla, veámoslos!.

¿Qué causa la enfermedad de Alzheimer?

Tratamento Natural para Alzheimer

En un cerebro sano, hay miles de millones de neuronas (células nerviosas) que generan impulsos eléctricos y señales químicas que nos ayudan a pensar, recordar y sentir.

El Alzheimer se produce por una reducción en la producción de acetilcolina (un neurotransmisor) en el cerebro, lo que ocasiona una degradación del funcionamiento de los circuitos colinérgicos del cerebro.

En las personas con Alzheimer, las neuronas comienzan a morir, afectando la producción normal de impulsos y señales en el cerebro. 

La característica clave de esta enfermedad es la formación de placas enredadas en el cerebro. Estas placas consisten en proteínas normalmente inofensivas llamadas beta-amiloides

Se cree que puede estar involucrado un defecto genético en estas proteínas, lo que contribuye al desarrollo de la enfermedad.

Factores de riesgo

Cómo cualquier otra enfermedad el Alzheimer también cuenta con los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecerlo.

Edad: la enfermedad es más habitual en personas mayores de 65 años, rara vez afecta a personas menores de 40 años.

Antecedentes familiares: tener un padre o un hermano con la enfermedad, aumenta el riesgo, ya que existen factores genéticos que pueden heredarse.

Toxicidad ambiental: la contaminación y el tabaquismo generan un exceso de radicales libres. Algunas investigaciones han relacionado la exposición al aluminio y al mercurio con la enfermedad.

Sexo: las mujeres tienen un mayor riesgo de padecerlo.

Traumatismo craneal: algunos estudios han demostrado que los traumatismos craneales aumentan el riesgo de Alzheimer.

Terapia de reemplazo hormonal: Los resultados de un estudio a gran escala sugirieron que las mujeres que toman estrógenos después de los 65 años tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad.

Estilo de vida: el sedentarismo, la obesidad, la mala alimentación aumentan el riesgo. La diabetes mal controlada también.

¿Cuáles son los síntomas del Alzheimer?.

Alzheimer

Al principio aparecen pequeños olvidos, normalmente aceptados por los familiares como parte del proceso normal de envejecimiento, que se van agravando.

A menudo puede ser difícil diferenciar entre los cambios característicos del envejecimiento y los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer, al ser la pérdida de memoria una característica natural del envejecimiento.

Pero cuando la pérdida de memoria empieza a trastornar la vida diaria de la persona, ya no estamos hablando de algo natural, sino de lo que podría ser un síntoma de Alzheimer.

A medida que avanza la enfermedad, se vuelven cada vez más dependientes de los demás, comienzan las dificultades de movilidad, la comunicación se hace imposible y empiezan a necesitar cuidados y supervisión permanente, incluso para actividades elementales de la vida diaria como alimentación, higiene, vestido, etc.

El tiempo promedio entre el diagnóstico de la enfermedad y la muerte es de unos ocho años, pero algunas personas viven más de diez años.

Alzheimer sintomas

El aumento de la esperanza de vida en el mundo incrementa potencialmente el número de casos, pues esta patología está relacionada con la edad y por lo tanto más común en los países desarrollados, con poblaciones más longevas.

Como resumen, los síntomas más frecuentes de la enfermedad son los siguientes:

• Confusión y desorientación.
• Depresión.
• Dificultad para realizar las tareas domésticas (p. ej., cocinar o atarse los cordones de los zapatos).
• Dificultad con el pensamiento abstracto (p. ej., utilizar números).
• Pérdida gradual de la memoria.
• Pérdida de juicio (dificultad para resolver problemas cotidianos).
• Paranoia.
• Cambios de personalidad (estado de ánimo).

Diagnóstico y tratamiento del Alzheimer

El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se realiza generalmente a través de la historia clínica y la entrevista médica. 

Las pruebas complementarias de imagen (tomografía, resonancia magnética ) y analíticas, no ayudan al diagnóstico, siendo esencialmente útiles para excluir otras causas de demencia.

Actualmente, no existe un tratamiento para detener la progresión de la enfermedad. 

El tratamiento médico tiene como objetivo principal ayudar a mantener las funciones cognitivas y sociales y aliviar los síntomas.

Los medicamentos se utilizan para corregir los desequilibrios químicos en el cerebro y controlar los problemas de comportamiento.

Cuando tengas dudas sobre si las faltas de memoria son indicativas de un problema más serio que el proceso normal de envejecimiento, acude a un especialista.

El diagnóstico precoz de la enfermedad puede ser crucial, ya que los tratamientos existentes son más efectivos cuando todavía hay células cerebrales sobre las que puedan actuar los fármacos.

Alimentos que ayudan a prevenir la enfermedad de Alzheimer

La edad y los genes son los principales factores de riesgo de padecer la enfermedad, pero tu estilo de vida puede marcar la diferencia en prevenir la enfermedad de Alzheimer.

Muchos estudios científicos han demostrado que la alimentación tiene un peso muy importante en lo que se refiere a la posibilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Generalmente, los pacientes de alzhéimer son deficientes en varios nutrientes: el selenio, la fibra, el hierro y las vitaminas D, B, K y C.

Múltiples estudios epidemiológicos han brindado información sobre los efectos positivos de los ácidos grasos omega-3 y micronutrientes como las vitaminas del complejo B, E, C y D.

Té, café y chocolate

La cafeína y teína, al consumirlas de forma regular, tienen efectos beneficiosos frente a ciertos trastornos neurológicos, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.

En este sentido, alimentos como el café y el té, son un estimulante psicoactivo que se traduce en un mayor estado de alarma y un mejor desempeño cognitivo.

Vino tinto

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A lo largo de la última década, varios estudios han mostrado una correlación directa entre una reducción del riesgo de deterioro cognitivo, demencia o enfermedad de Alzheimer en personas que consumen dosis moderadas de alcohol, especialmente vino tinto.

Cítricos (naranja, mandarina, clementina y limón)

Estos frutos protegen a las neuronas del estrés oxidativo, causado por los radicales libres, sustancias que generamos de manera natural, pero que también se introducen en nuestro organismo desde fuentes externas: la exposición al sol, la contaminación, el estrés, el consumo de bebidas alcohólicas, los alimentos poco saludables y el tabaco.

Frutos secos

Las nueces, las almendras y las castañas están en la lista de alimentos que previenen las enfermedades neurodegenerativas.

Las nueces tienen una alta concentración de grasas buenas, que son saludables para la salud cardiovascular y el cerebro.

Pescado

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Los pescados, como el salmón, la caballa o las sardinas, ayudan a frenar el deterioro cognitivo. Los ácidos grasos son fundamentales para el buen desempeño de las células.

Los omega 3 colaboran en la protección de nuestro cerebro, al detener el daño cerebral provocado por el estrés oxidativo.

Los lípidos son un ingrediente esencial del cerebro y constituyen más del 60% de su peso. Los pescados azules son una de las mejores fuentes naturales de este tipo de grasas.

Frutos rojos

Alzheimer tratamento

Las investigaciones señalan que las frambuesas, las fresas, los arándanos y las moras tienen una enorme afinidad por el cerebro. Estos frutos son fuentes de antocianinas, sustancias naturales que le dan el color morado, azul y rojo a determinados alimentos y tienen acción antioxidante.

Lo idóneo es consumir 2 raciones de estas frutas por semana.

Un estudio estadounidense descubrió que los ancianos con alguna pérdida de memoria que consumieron, durante 60 días, dos vasos y medio de zumo de arándanos al día, mostraron mejores resultados en las pruebas de memoria que el grupo de ancianos que no tomaron zumo.

El consumo de alimentos y complementos alimenticios ricos en zinc, magnesio, ácido fólico y vitaminas B6 y B12 es un gran aliado de nuestro cerebro.

No obstante, hay otros hábitos preventivos que también podemos adoptar.

Hábitos que previenen la aparición del Alzheimer

Aunque por el momento es una enfermedad incurable, podemos empezar buenos hábitos que nos ayuden a evitar o retrasar la aparición de la enfermedad.

Podemos prevenir la enfermedad de Alzheimer de bastantes maneras:

1. Mantén tu cerebro activo

Juega a juegos mentales, lee, redacta, participa en ocupaciones culturales, cocina nuevos platos, chatea y mantente en contacto con otras personas. Múltiples estudios científicos de todo el mundo han demostrado que este tipo de actividad tiene un fuerte papel preventivo.

Cuanto más ejercites tu intelecto, mejor mantendrá tu cerebro activo. En el momento en que se usa poco, este órgano disminuye su actividad.

Nunca es demasiado tarde para estimular el cerebro y ejercitarlo a diario puede marcar la diferencia:

Aprende un idioma o adopta un nuevo hobby.

Prueba diferentes actividades: resuelve acertijos o conviértete en un experto en crucigramas, Scrabble o Sudoku.

Escucha música: aprende a tocar un instrumento musical o a bailar.

Enseña a otros: esta es una excelente manera de retener información.

Se consciente de tu entorno: escucha el sonido del agua mientras te duchas o disfruta del café que tomas en el desayuno.

Cuenta chistes: esta es una excelente manera de desafiar el cerebro, al igual que enseñar. El sentido del humor puede tener efectos muy positivos en la memoria.

• En lugar de escribir una lista de cosas por hacer, visualízala mentalmente, como si fuera una imagen. A partir de ahí construye ramas, subcategorías, etc. Este ejercicio pone a trabajar tu imaginación y te obliga a asociar ideas e imágenes.

2. Apuesta por los antioxidantes

Consumir ciruelas, uvas, kiwis, aguacates, espinacas, brócoli, cebollas, maíz, té verde, cereales integrales, cereales, habas, lentejas, fresas y plátanos.

Frutas, verduras, legumbres y hortalizas, ricas en vitaminas y minerales fundamentales, mejoran las habilidades cognitivas.

3. Sé selectivo con lo que consumes

Escoge aceite de oliva, aceite de girasol, aceitunas, nueces, semillas, soja, margarina y pescado abundante en ácidos grasos omega-3, como el salmón, la caballa, el atún y las sardinas. Según varios especialistas, consumir estos alimentos potencia la función cerebral.

4. Evita las grasas

No consumas grasas sobresaturadas y alimentos refinados y/o de producción industrial, como frituras, dulces, tortas y galletas. Además, limita tu consumo de hidratos de carbono en tu vida diaria.

5. Haz ejercicio

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Opta por ejercicio que estimule el fluido de sangre al cerebro y hazlo durante por lo menos media hora cada día.

Nadar, caminar y correr son buenas opciones. Si quieres, haz otra actividad que aumente tu frecuencia cardiaca, pero sin exagerar si no estás muy habituado/a al ejercicio regular.

6. Ten una vida social activa

Realizar voluntariado o salir a tomar café de forma habitual, son dos ocupaciones que te mantendrán socialmente activo, algo prioritario en la lucha contra el Alzheimer.

Múltiples estudios han demostrado que la gente que se mantiene socialmente activa hasta la vejez, tienen una mejor función cognitiva y un menor riesgo de deterioro cognitivo.

7. Suprime los malos hábitos

No fumes, no abuses de bebidas alcohólica y no tomes mucho más de un café al día. Intenta también controlar el estrés.

8. Descansa lo necesario

Descansar menos de lo necesario tiene un efecto negativo en el desarrollo intelectual, la memoria y la concentración. El adulto medio necesita entre siete a ocho horas de sueño cada día.

Pero dependiendo de la persona, el periodo puede ser más largo o más corto. Para una mejor calidad del sueño, convierte el dormitorio en un lugar agradable, no lo uses como oficina y evita tomar alcohol o cafeína por la noche.


Prevenir la enfermedad de Alzheimer está en nuestras manos, de una forma fácil, modificando un poco nuestra alimentación y haciendo cambios en nuestros hábitos de vida.

Estos son los consejos que puedo darte para prevenir esta terrible enfermedad, espero que te sean útiles y fáciles de implementar en tu vida diaria.

Si tienes algún comentario o duda sobre el artículo, no te quedes con las ganas y coméntanoslo!!.


ADVERTENCIA: Este artículo es únicamente informativo, no tenemos la posibilidad de prescribir un tratamiento médico ni efectuar ningún tipo de diagnóstico. Consulte a su médico si tiene algún dolor o malestar.

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