La proteína es fundamental para una buena salud y juega un papel multifacético en nuestro cuerpo.
Su nombre deriva de la palabra griega πρωτεῖος (prōteîos), que en español significa ‘fundamental, principal’.
Presentamos nueve de sus funciones más importantes y también las principales fuentes para obtener este macronutriente tan esencial.
Veamos cuál es la importancia de la proteína en nuestro cuerpo.
Crecimiento y mantenimiento
El cuerpo necesita proteínas para el crecimiento y mantenimiento de los tejidos.
El cuerpo descompone la misma cantidad de proteínas que se utilizan para construir y reparar tejidos.
Sin embargo, puede descomponer más proteínas de las que crea, lo que aumenta las necesidades del cuerpo.
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Esto suele suceder cuando estás enfermo, embarazada o amamantando.
Las personas que se recuperan de una lesión o cirugía, los ancianos y los atletas requieren mayores cantidades de proteína.
Provoca reacciones bioquímicas.
Las enzimas son proteínas que ayudan a miles de reacciones bioquímicas que tienen lugar dentro y fuera de las células.
Su forma les permite unirse a otras moléculas dentro de la célula, llamadas sustratos, que catalizan reacciones esenciales para el metabolismo.
Sin embargo, las enzimas también pueden actuar fuera de las células, como es el caso de las enzimas digestivas como la lactosa y la sacarosa, enzimas encargadas de digerir el azúcar.
Además, hay otro tipo de enzimas que requieren otras moléculas, como vitaminas o minerales, para que se produzca una reacción.
Las funciones corporales que dependen de las enzimas son la digestión; producción de energía; coagulación de la sangre; contracción muscular.
La falta de estas enzimas en el organismo o su funcionamiento inadecuado puede dar lugar a numerosas enfermedades.
Las proteínas actúan como mensajeros.
Algunas proteínas actúan como mensajeros químicos que ayudan a la comunicación entre células, tejidos y órganos.
Son producidos y secretados por tejidos o glándulas endocrinas y luego transportados en la sangre a tejidos u órganos diana, donde se unen a receptores en la superficie celular.
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Proporciona estructura
Algunas proteínas son fibrosas y, por lo tanto, proporcionan rigidez a las células y tejidos.
Estas proteínas incluyen queratina (que se encuentra en la piel, cabello y uñas), colágeno (es la proteína más abundante en el cuerpo y es la proteína estructural de huesos, tendones, ligamentos y piel) y elastina (muchas veces más flexible que el colágeno).
Su elasticidad permite que muchos tejidos del cuerpo vuelvan a su forma original, después de estirarse o contraerse, como el útero, los pulmones y las arterias.
Mantiene el pH correcto
Las proteínas juegan un papel vital en la regulación de la concentración de ácidos y bases en la sangre y otros fluidos corporales.
El equilibrio entre ácidos y bases se mide utilizando la escala de pH. Varía entre 0 y 14, siendo 0 la más ácida, 7 la neutra y 14 la más alcalina.
Tener un pH constante es esencial, ya que incluso un ligero cambio en el pH puede ser dañino o poner en peligro la vida.
Una de las formas en que el cuerpo regula el pH es con proteínas. La hemoglobina, la proteína que forma los glóbulos rojos, es un ejemplo perfecto de esto.
Equilibra los fluidos

Las proteínas regulan los procesos corporales para mantener el equilibrio de líquidos.
La albúmina y la globulina son las proteínas que ayudan a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo al atraer y retener el agua.
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Si no obtienes suficiente proteína, es probable que los niveles de albúmina y globulina disminuyan, lo que provocará que no puedas retener la sangre en los vasos sanguíneos, lo que forzará la entrada de líquido en los espacios entre las células.
Con la acumulación de líquido en estos lugares se produce hinchazón o edema.
Impulsa la salud inmunológica
Las proteínas ayudan a formar anticuerpos que ayudan a combatir infecciones, y los anticuerpos ayudan a proteger el cuerpo de invasores dañinos como bacterias y virus, que a su vez causan enfermedades.
Transporta y almacena nutrientes.
Las proteínas transportadoras llevan sustancias a través del torrente sanguíneo, hacia el interior de las células, fuera o al interior de las células, que incluyen nutrientes como vitaminas o minerales, azúcar en la sangre, colesterol y oxígeno.
Por ejemplo, la hemoglobina es una proteína que transporta el oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos del cuerpo.
Los transportadores de glucosa (GLUT) transportan glucosa a las células, mientras que las lipoproteínas transportan colesterol y otras grasas en la sangre.
Es decir, un transportador de proteínas que mueve glucosa no mueve colesterol.
Las proteínas también juegan un papel clave en el almacenamiento, como la caseína, la principal proteína de la leche que ayuda al crecimiento de los bebés.
Fuente de alimentación
Además, las proteínas son una valiosa fuente de energía en situaciones de ayuno, ejercicio físico agotador o aporte calórico inadecuado.
Si sigues una dieta equilibrada con mucha carne, pescado, lácteos o proteínas de origen vegetal, las proteínas no deberían suponer ningún problema para la salud.
ADVERTENCIA: Este artículo es únicamente informativo, no tenemos la posibilidad de prescribir ningún tratamiento médico ni efectuar ningún tipo de diagnóstico. Consulte a su médico si tiene algún dolor o malestar.
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